Reparto: Naomi Watts, Laura Elena Harring, Justin Theroux, Ann Miller.
David Lynch. Madre mía. “Dune” (1984), “Blue velvet” (1986), “Twin Peaks” (1990), “Lost Highway” (1997), todas en el cine (exceptuando la serie “Twin Peaks”, que he vuelto a ver recientemente), en colosal pantalla de las grandes salas de antes. Qué buenos recuerdos… “Mulholland Drive” iba a ser una serie de la cadena ABC para la televisión e incluso llegó a grabarse un episodio piloto de dos horas de duración. Una productora francesa ofreció siete millones de dólares y la serie inicial acabó convirtiéndose en un largometraje. Todo transcurre con cierta naturalidad y orden (dentro de lo que cabe esperar en una película del señor Lynch), hasta que, en un momento cercano a las dos horas de metraje, la historia se desvía de un modo totalmente insospechado. Recuerdos incompletos, imágenes oníricas desperdigadas, efectos ambientales poco acertados… Uno, de pronto, espera los títulos de crédito en cualquier instante. Todo puede pasar. Pero muchas escenas pasadas quedan en el aire de un modo inconexo. No puede ser. El film transcurre durante unos minutos más, casi media hora, y los títulos de crédito llegan. Casi no recuerdo el inicio. Tengo la sensación de que me he quedado dormido en mitad de la película y que me he perdido una parte fundamental del argumento para hilar todo lo que he visto, o que me han dejado una cinta original antes de pasar por el estudio de montaje. David Lynch. Madre mía. “Mulholland Drive”. Me niego a pensar.
Lo mejor
Naomi Watts
Lo peor
Que el propio Lynch tenga que dar diez pistas para seguir el proceso
Mi puntuación .65.