Reparto: Jim Carrey, Carla Gugino, Madeline Carroll, Ophelia Lovibond.
Jim Carrey debería de haberse lucido en este film para mentes insulsas, pero ni siquiera ha sido capaz de hacerlo como es habitual. Un guión escrito especialmente para su forma de actuar, lleno de disparates, necedades, memeces y sandeces. Quizá un comienzo con cierta emotividad que se va por el desagüe a la mínima de cambio. Podríamos resumir diciendo que es una comedia sin gracia (¿qué peor comedia que la que no hace ni gota de gracia?), tonta y previsible, tan previsible que a los diez minutos de cinta ya sabes la clase de producto que tienes delante. El señor Mark S. Waters debería de habérselo pensado dos veces, pero viendo su filmografía desde el año 1997 no hay mucho más que hablar. Señoras y señores, ya no les recomiendo que no vean ustedes esta película porque ya somos todos mayorcitos y cada uno ve lo que quiere (faltaría más), pero, por favor, no se la pongan a sus hijos porque realmente se merecen otra cosa.
Lo mejor
Ni los pingüinos
Lo peor
Todo
Mi puntuación .20.
Jopetas, Fer, qué cabreado te veo...
ResponderEliminarHace un ratín que terminé de verla y, hombre... tampoco es para tanto. La cosa tiene su público, mi niño se partió de la risa un montón de veces ¿qué más le puedo pedir a esa peli?... que le entretenga ¿no?.
A mí me molaron los pingüinos (con perdón), aunque igual es que estaba planchando a la vez que la veía...
Ay, madre, qué cabreo tienes...
Fer... por Dios... que es sólo una peli. Que algo había que hacer para pasar la tarde.
ResponderEliminar¿No pretenderás que le lea a Kafka?
Hubiera sido mejor. "La metamorfosis" por ejemplo.
ResponderEliminarNo se pueden identificar los fenómenos con las esencias. La noche es larga.
ResponderEliminarSi los hechos son interpretados por el propio sujeto que los origina desde un punto de vista totalmente objetivo son hechos totalmente identificables con su interpretación.
ResponderEliminar¿Desde cuándo le concedemos el don de la objetividad al propio sujeto que se autointerpreta?
ResponderEliminarDesde que la objetividad desde su parte de interpretación subjetiva llega a la conclusión de que todos los sujetos son objetivamente sujetos objetivos desde el punto de vista de la interpretación de cada sujeto en sí mismo.
ResponderEliminarLo primero que voy a hacer cuando la vea es preguntarle a doña Rq. si ha visto la película esta de los pingüinos.
ResponderEliminarPuede usted preguntarle, que le dirá que no la ha visto y que su padre le ha puesto muy mala nota en su blog.
ResponderEliminarLo coloqué esta noche en su apartado, pero vaya usted a saber.
ResponderEliminar"18 comidas": muy buena.