Reparto: Jake Gyllenhaal, Natalie Portman, Tobey Maguire, Clifton Collins Jr.
Jim Sheridan ha sido candidato a los premios Oscar en seis ocasiones, con tres de sus películas: Mi pie izquierdo (1989) con dos candidaturas, En el nombre del padre (1993) con tres y En América (2003) con una candidatura al mejor guión original. Brothers es un remake de un film danés dirigido por Susanne Bier en 2004 y sobre el que esta nueva obra no aporta muchas modificaciones. La historia se nos narra de idéntica manera al film original, destacando en el caso de la película de Sheridan la interpretación de dos de sus actores principales: Jake Gyllenhaal (Zodiac, Brokeback Mountain, Donnie Darko...) y Natalie Portman (Léon, V for Vendetta...), pero sin llegar a la fuerza interpretativa de Ulrich Thomsen o Connie Nielsen en la obra de Susanne Bier. Sheridam es un maestro del drama y se mueve por el guión de Brothers con una fluidez que nos hace participar de la historia de un modo muy directo. Como dije al principio de esta revisión, el film de Sheridam no nos aporta nada nuevo a los que ya disfrutamos del film danés, pero es una forma muy digna de volver a visionar esta gran historia y recordarnos que Jim Sheridam es un gran director de cine.
Lo mejor
El fondo de la historia
Lo peor
No aporta mucho sobre el film original
Mi puntuación .77.
¿Y cómo se toca el tema del estrés postraumático de los soldados que regresan del más allá, digo de la guerra?
ResponderEliminarSheridan explora ese tema de un modo muy directo. Recordemos que es un maestro del drama.
ResponderEliminarIntenté contribuir esta mañana pero me salió el tiro por la culata. Por cierto, hablando de cine, que en este blog ya hacía falta... ¿sabes que estoy viendo la de "18 comidas"?
ResponderEliminarAlguna de las seis historias tiene un mal final, y no un mal final cinematográfico precisamente.
ResponderEliminarA veces lo obvio no es tan obvio hasta que no está confirmado, aunque la obviedad, en este caso, era manifiesta, valga la redundancia.
A ver, estaban:
ResponderEliminarEl cocinillas iluso y la mujer ausente, que ausente se quedó, a no ser que el gato le haya abierto la puerta. ¿Acabó mal? ¿Había empezado? No se sabe. Es la historia de una confusión.
La historia de la malmaridada (palabra moribunda) con el guitarrista callejero. Tampoco acaba mal sino que prosigue mal o prosigue sin empezar. Es la historia del destiempo.
La historia del señor cobarde cuya cobardía suscribo por la experiencia de la edad; esa historia con la niña que quiere huir hacia delante y que gracias a la cobardía del señor de la experiencia de la edad regresa al punto que le corresponde: el joven de la barba. Hoy los usuarios del Estado del Bienestar me impiden escribir fluido. Es la historia de la elección incorrecta.